Educación Bilingüe Intercultural: Cuidados

La revista Tarea 77 de Agosto 2011 trae interesantes aportes en el tema de la Educación Bilingüe Intercultural, tan decisiva para el mejor desarrollo cognitivo y afectivo de los alumnos cuyos idiomas maternos no son el castellano y cuyos orígenes culturales no son los occidentales hispanohablantes costeños.
Son nativos hablantes de 43 lenguas andinas y amazónicas agrupadas en 19 familias lingüísticas que requieren docentes que estén formados en EBI para fortalecer la autoestima e identidad cultural de sus niños y garantizar una comunicación efectiva y auténtica, lo que permitiría reducir el atraso escolar, la repitencia, y acortar las  brechas de exclusión. Esos docentes además deben contar con currículos y materiales apropiados a los diversos escenarios sociolingüísticos y culturales, con presencia de padres de familia y  organizaciones indígenas que deben tener capacidad de decisión a la hora de contratar directores o profesores.
De haber involucrado a las comunidades, el ministerio no hubiera tomado la  absurda medida de exigir la nota 14 en un examen nacional de matemáticas, comunicación y conocimientos curriculares memorísticos, como requisito para el ingreso a ISP de postulantes de zonas rurales y nativas, que con ello eran culpabilizados y discriminados por el bajo nivel de aprendizajes alcanzados  porque el estado no les dio la oportunidad de una mejor educación básica. A pesar que sobran docentes hispanohablantes a nivel nacional, faltan muchos maestros bilingües en zonas indígenas (asháninkas, yines, secoyas, etc.) y debería atraerse a los candidatos en lugar de impedirles la formación docente.
Tampoco hubiera evaluado el ingreso a la CPM de los profesores cuyo 2do.  idioma es el castellano de la misma manera que se hizo con los hispanohablantes, sin considerar su dominio cultural y lingüístico nativo. Así mismo, enfocaría la Educación Inicial tomando en consideración las realidades propias de la vida rural de los niños, que es sustancialmente distinta a la urbana.
En suma, hay que reemplazar la política de “El Perro del Hortelano” de Alan García por la del “Respeto a la Diversidad” que esperamos de Ollanta Humala, que valore y dé oportunidades a los diversos grupos étnicos, sin ponerles como condición que abandonen su identidad.