La erradicación de cultivos ilegales y la lucha contra el narcotráfico emprendidas por el Gobierno repercutirán en la reducción de la venta y el consumo de estupefacientes en el país, sostuvo el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro).
La directora adjunta de la referida organización, Carmen Masías, señaló que la eliminación de los sembríos ilegales de coca no solo permitirá que los productores y campesinos se integren a la actividad formal y a los cultivos lícitos, sino que disminuirá la venta de alucinógenos.
«Hay una relación obvia entre el sembrío de coca y el consumo de drogas. Es claro que esta cadena ilegal integra al cultivo, la elaboración de la droga y el consumo.»
Calificó de positiva la política antidrogas anunciada el jueves por el jefe del Gabinete, Salomón Lerner Ghitis, quien reiteró el compromiso oficial de disminuir sustancialmente el cultivo ilegal en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).
Compromiso
Masías consideró importante que el Estado emprenda una gestión más ágil y comprometida con los agricultores cocaleros que decidan abandonar los cultivos ilegales para evitar que vuelvan a esta actividad o sean utilizados por el narcotráfico.
Calculó que cerca de 50 mil familias campesinas se dedican al cultivo de coca en diferentes lugares del país y que una gran parte de la droga que llega a Lima proviene del VRAE. «En la capital se identificaron mil 500 puntos de venta de pasta básica y clorhidrato de cocaína.»
La política de erradicación debe acompañarse de acciones de prevención del consumo de estupefacientes desde la infancia y un control más eficiente en las vías para detectar el traslado de drogas hacia las ciudades del país, opinó.
Rehabilitación de internos
Cedro trabaja en la rehabilitación de alrededor de 300 internos del penal Sarita Colonia que consumieron o consumen drogas, para impedir que cuando recuperen su libertad recaigan en el vicio y reincidan en la comisión de delitos.
Carmen Masías explicó que la adicción se convierte es un estímulo negativo para que estas personas, bajo los efectos de estupefacientes, vuelvan a cometer delitos por los cuales fueron llevadas a prisión.
Especialistas de esta organización brindan terapia física y psicológica a los reclusos, sobre todo a los extranjeros encarcelados por tráfico ilícito de drogas.
FUENTE: El Peruano