Vacas, toretes, vaquillonas y terneros están amenazados por la repentina aparición de la rabia bovina en el centro poblado menor de Oventeni, distrito de Raimondi, en la provincia ucayalina de Atalaya. Hasta el momento se ha contabilizado la muerte de 16 vacunos.
Según informó el médico veterinario Fredy Zapata Fuentes, todo comenzó hace aproximadamente treinta días con la muerte de un torete en el fundo del ganadero Jesús Ustua Gonzales, ubicado en el sector de Tiahuanaski. El propietario no le dio la importancia debida al caso.
Luego, se empezaron a repetir más casos de ganado enfermo y pese a los esfuerzos del dueño y de los tratamientos con antibióticos como Oxitetraciclinas, Penicilina, Enrofloxacina y vitaminas ADE vía intramuscular, los animales no recuperaron su estado de salud.
“Desde entonces la mortalidad continuó en vacas, toretes, vaquillonas y terneros. A la fecha he registrado 16 vacunos muertos”, indicó Zapata Fuentes a INFOREGIÓN, Agencia de prensa ambiental. “Luego de enfermar, los animales solo duraban vivos entre 4 a 5 días. Luego morían entre mugidos”, narró el veterinario.
Agregó que el mismo propietario del ganado le contó que se murieron sus mejores animales. Estos fueron enterrados como corresponde, sin embargo algunos cuerpos fueron consumidos por habitantes indígenas de la zona. “Felizmente, a la fecha no hay evidencia de enfermedad o muerte en ellos”, indicó Zapata.
Acciones inmediatas
La confirmación de la existencia de la rabia bovina en las muestras tomadas al ganado enfermo se realizó en laboratorio de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
“El resultado se le comunicó al interesado, al jefe del Puesto de Salud, al teniente gobernador así como al presidente de la Asociación de Ganaderos de Oventeni, sugiriéndoles la vacunación correspondiente a los animales involucrados, circundantes y de las personas que participaron en la necropsia”, informó Zapata Fuentes.
Sobre el factor desencadenante de estos casos de rabia bovina, Zapata Fuentes manifestó que podría deberse a mordeduras del murciélago “Vampiro” a menos que se demuestre la existencia de otros agentes entre perros, equinos, etc, los que deben determinarse cuanto antes.
“Asimismo se debe elaborar e implementar un plan de vacunación de los animales mencionados. Igualmente, se deben hacer prácticas de control de murciélagos y vigilancia de la enfermedad en forma periódica, seguida de vacunaciones obligatorias en los animales”, recomendó.
Agregó que para ello es pertinente que las autoridades locales de Oventeni, busquen fuentes de apoyo y gestión de logística y de laboratorios ambulatorios en la provincia y la región, en coordinación con el Ministerio de Salud y SENASA.
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