Indígenas dicen que Evo Morales es falso ecologista

LA PAZ [EL COMERCIO/AGENCIAS]. Evo Morales frecuenta las reuniones climáticas internacionales, en las que defiende fervorosamente la conservación de la selva y exige a los países ricos que contengan la emisión de gases de invernadero. “El planeta está herido de muerte, sentimos sus convulsiones. Si no hacemos algo, seremos responsables de genocidio”, sostuvo el presidente boliviano en la Cumbre Climática en diciembre pasado en Cancún, México. Habitualmente culpa al capitalismo de la devastación del medio ambiente.

Pero en su propio país este ferviente defensor de la pachamama, o madre tierra en su idioma natal, el aimara, no ha sido lo que se dice un custodio del medio ambiente.

En contra de la decisión de algunos pueblos originarios que temen perder su hábitat, Morales autorizó la construcción de una carretera que pasará por el corazón de una reserva ecológica, dio luz verde para explorar hidrocarburos en otra selva todavía intacta, abrió las puertas al uso de semillas transgénicas y autorizó la legalización de miles de autos chatarra ingresados de contrabando.

El mandatario es un “falso profeta ecologista”, sostuvo Rafael Quispe, dirigente del Consejo de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (Conamaq), la mayor organización indígena de la zona andina.

Ayer más de 300 indígenas de la localidad amazónica de Trinidad iniciaron una marcha de más de 30 días hacia La Paz para denunciar la construcción de la vía.

El gobierno alega que la carretera integrará al desarrollo y al mercado a Beni, que tiene apenas 250 kilómetros de rutas asfaltadas y acusa a organizaciones ambientalistas de manipular a los indígenas.

Para el coordinador de comunicación de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), Edwin Alvarado, la carretera es un pretexto, ya que el interés de fondo es la exploración petrolera en dos bloques identificados en la zona.

BASTIONES DE MORALES
En otros frentes de conflicto, organizaciones civiles de las ciudades de El Alto –vecina de La Paz y un bastión político de Evo Morales– y de Potosí, también aliada del oficialismo, organizaron paros por demandas sectoriales.

En El Alto, habitada principalmente por unos 800.000 migrantes aimaras pobres, comenzó una huelga general indefinida con el corte de las principales calles y avenidas, con el tránsito terrestre y el ingreso al aeropuerto suspendidos.

Las organizaciones de vecinos de El Alto piden mayor presupuesto y la realización este año de un censo poblacional previsto por el gobierno para el primer semestre del 2012.

En tanto, Potosí, en huelga de 24 horas ayer, pide al gobierno que cumpla acuerdos del año pasado para la instalación de un aeropuerto en la ciudad, mayor impulso a la industria minera y la solución a un diferendo limítrofe con el vecino departamento andino de Oruro.

“No tenemos atención a nuestras demandas”, afirmó el dirigente del Comité Cívico Potosinista, Jorge Solares, al recordar que hace un año la región hizo una huelga de 19 días con estas mismas demandas.

“Muchas movilizaciones se planificaron para el 15 de agosto. Qué extraño que todas coincidan en la fecha”, afirmó el ministro de la Presidencia, Carlos Romero.

EN PUNTOS
Un hogar de tres etnias
La carretera en construcción, de 300 km, unirá los valles andinos con la Amazonía y cortará por la mitad el Parque Nacional Isiboro Sécure, en el centro del país, de 12.000 kilómetros cuadrados, hogar de las etnias yuracaré, chimán y trinitaria.

Los nativos viven de la caza, pesca, recolección de frutos y una agricultura de autoconsumo, un modo de vida que se perderá junto al bosque virgen, según Pedro Moye, dirigente de Central de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano.

Evo Morales ha dicho que se hará una consulta a los indígenas para mitigar el impacto ambiental, pero que, cualquiera sea el resultado, la carretera se concluirá en el 2014.