El Comercio. La evidencia es que alguien ha serruchado una de las tuberías del oleoducto de Pluspetrol que parte de Trompeteros hacia Saramuro, en el lote 8, y se han derramado mil cien barriles de crudo. La empresa ahora debe remediar el daño y obreros trabajan sumergidos en petróleo hasta las rodillas.
Sin embargo, no se trataría de un error de la empresa. “Se sospecha de un sabotaje, porque en la tubería se aprecia un corte recto de sierra”, asegura el gerente de operaciones de Pluspetrol Norte, Jorge Aguilar Lizárraga.
En realidad, parece un corte malicioso porque se hizo la noche anterior al desastre, el viernes 5, cuando se detuvo el flujo de hidrocarburos por esas tuberías. Al amanecer, el petróleo fluyó y la presión hizo que, por aquella ranura de 52 cm, el crudo se disparara hasta una altura de 30 metros y pintara el paisaje de negro, incluidas las copas de los árboles.
La cuarta vez
“Es la cuarta vez que serruchan nuestro oleoducto. Es frustrante. Procuramos cumplir todos los parámetros de seguridad porque queremos alcanzar nuestras metas y un sabotaje así nos obliga a destinar recursos para remediar algo de lo que no somos culpables”, lamenta Aguilar, impotente por no encontrar culpables.
Las investigaciones ya empezaron, por lo cual el presidente de la junta de fiscales superiores de Loreto, doctor Mario Gallo Zamudio, prefiere no adelantar juicios. Sin embargo, no puede ocultar su indignación. “El oleoducto es una instalación de interés del Estado. Si alguien saboteó sus operaciones deberá ser procesado por el delito de daño agravado y contaminación”, asevera.
Pluspetrol dice no tener tiempo para buscar culpables. Debe remediar el desastre pronto y eso implica utilizar muchos recursos. Se han destinado 60 hombres para limpiar la zona e implementado grandes contenedores de madera para almacenar el crudo y luego bombearlo por unas tuberías hasta la planta. Después, la tierra contaminada será transportada a una planta de tratamiento en Lima y finalmente se repoblará el área con vegetación, en un proceso que tardará años en devolverle a la zona su estado original.
“No vamos a dar cifras sobre lo que costará limpiar el derrame de petróleo y recuperar el ecosistema”, aseguró Félix Ordóñez, jefe de relaciones institucionales de Pluspetrol Norte.
Al fondo, un helicóptero va y viene de la zona del derrame cargando materiales para la limpieza, a un costo de 4.700 dólares la hora de vuelo.