Como parte de la campaña «Una Sonrisa en los Andes», ocho menores de edad, entre niños y niñas, viajaron acompañados por sus padres a la ciudad de La Oroya para operarse de labio leporino y paladar hendido en el hospital de Chulec.
La campaña forma parte de una iniciativa de la empresa minera Doe Run y del Hospital de Apoyo de Huanta, entidades que unieron esfuerzos para trasladar a esos niños a La Oroya para ser atendidos por médicos especializados.
De acuerdo con cifras difundidas por Doe Run, en el Perú nacen 2.500 niños con labio leporino y/o paladar hendido cada año. De esa cantidad, el 25% de esos niños padece de paladar hendido, mientras que 25% tiene labio leporino. Entretanto, se calcula que el 50% posee ambas malformaciones.
El labio leporino es un defecto congénito de las estructuras blandas y duras que forman la boca y se presenta como una hendidura o separación en el labio superior.
El paladar hendido es una apertura en el paladar superior que puede extenderse incluso hasta la cavidad nasal.
Las intervenciones quirúrgicas buscan que los infantes puedan reír sin vergüenza y libremente, para aumentar su autoestima y desarrollo personal y social.