Expertos en seguridad y magistrados señalan que el reciente mensaje del jefe del Estado, Alan García, fue sumamente genérico en cuanto al narcotráfico y el terrorismo. El Primer Mandatario apenas anunció la incautación de 40 toneladas de droga, dejando de lado temas fundamentales como el apoyo logístico y financiero a la Policía Nacional y el reforzamiento de las tareas de erradicación de hoja de coca en las cuencas cocaleras del país.
Pero no solamente hubo omisiones. El jefe del Estado también habría exagerado sus críticas al Ministerio Público, respecto a la labor que esa entidad ejecuta en la lucha contra el narcotráfico.
Frente a lo señalado por el Primer Mandatario respecto a que las autoridades judiciales no vienen aplicando la Ley de Lavado de Activos contra las mafias del tráfico de drogas, diversos magistrados rechazaron esa declaración y confirmaron la existencia de muchas investigaciones en las fiscalías provinciales basadas en esa norma.
En declaraciones al diario La República, los fiscales supremos Pablo Sánchez y José Antonio Peláez Bardales, manifestaron que esa norma se aplica pese a la falta de apoyo económico para realizar complejas investigaciones.
«Se dio la ley, pero falta el apoyo financiero para que pueda aplicarse eficazmente y para que las fiscalías puedan contratar contadores y auditores que revisen los documentos y permitan probar que se adquirieron bienes con fondos provenientes del narcotráfico», sostuvo Pélaez Bardales.
Por su parte, el magistrado Pablo Sánchez señaló que posiblemente el presidente de la República quiso referirse a la Ley de Pérdida de Dominio, porque «la norma sobre Lavado de Activos se aplica en la actualidad».
Faltaron precisiones en la lucha contra las drogas
Entretanto, consultado por La República, el especialista en temas de seguridad de INFOREGIÓN, Rubén Vargas, sostuvo que el jefe del Estado se refirió en forma escueta a los dos mayores problemas del Perú: el narcotráfico y el terrorismo.
«En el Valle de los Ríos Apurímac y Ene-VRAE, el narcotráfico se encuentra más fuerte que nunca. En esa zona no se han producido importantes capturas ni se han dado golpes al terrorismo desde hace más de siete años», aseguró Vargas.
Rubén Vargas afirmó que en el VRAE no se aplica una estrategia contra las drogas en forma integral, ni se desarrollan programas de desarrollo alternativo, junto a la carencia de tareas de erradicación de hoja de coca ilegal.
Finalmente, el especialista de INFOREGIÓN sostuvo que el auge del narcotráfico en los valles cocaleros se traduce en hechos de violencia en las ciudades, tal como se ha venido observando con el asesinato de muchas personas en manos de sicarios.
«Los asesinatos en manos de sicarios es la punta del iceberg y dentro de poco eso podría ser un problema de difícil control», aseguró.