El cultivo de cacao se abre paso como una firme alternativa de producción frente a la coca ilegal en los valles cocaleros del Alto Huallaga, y del VRAE, Junín, Cusco y Ayacucho.
Por ejemplo en el distrito de Pangoa, provincia de Satipo en Junín, unos 155 ex campesinos cocaleros lograron enviar su primera remesa de exportación, consistente en 40 toneladas a Argentina, Chile, Colombia, España, Reino Unido, Francia, Italia, Suiza, Suecia, Alemania, Japón e Indonesia según informó el Presidente Ejecutivo de Sierra Exportadora Gastón Benza Pflucker.
De acuerdo a las cifras de Sierra Exportadora, sólo en la zona de Pangoa se han podido reflotar en los últimos meses, unas 420 hectáreas para el cultivo de cacao, y se ha mejorado sustancialmente el paquete tecnológico con asistencia técnica en la poda, control de plagas y nuevas técnicas de cosecha, lo que ha incidido en la mejora del rendimiento de 350 kilos por hectárea a 450 kilos por hectáreas y hasta a 500 en algunos productores.
El apoyo de Sierra Exportadora en este proceso consistió además en asegurar la compra de la producción del cacao.
Así, se logró insertar a la empresa Romero Trading para que se haga cargo de la compra de los 40 mil kilos de cacao para convertirlos en manteca de cacao, cacao en polvo y pasta de cacao.
Permanente asistencia técnica
Además la asistencia a los agricultores en nuevas técnicas de producción, se ha reforzado.
Técnicos de Sierra Exportadora aceptaron el pedido de la Asociación de Productores de cacao y desde noviembre pasado, ocho ingenieros, entre ellos dos mujeres están trabajando directamente en los campos de cultivo de Pangoa, con los agricultores para recuperar, aumentar y estandarizar la producción cacaotera y mejorar su calidad.
En virtud de esta asistencia directa, los técnicos de Sierra Exportadora están enseñado y capacitando a los agricultores sobre los procesos de selección de semillas y desarrollo de viveros, técnicas para injertar la variedad de cacao de alta producción y el de calidad CCN-51, técnicas de poda, control de plagas, abonamiento, control de maleza, cultivos asociados para sombra (con yuca y pacae) y técnicas de cosecha y post cosecha (fermentación).
Los resultados en Pangoa han sido tan satisfactorios que Sierra Exportadora espera elevar en los próximos dos años, el rendimiento a 1,000 kilos por hectárea, con calidad de exportación.
El objetivo es consolidar la cadena del valor del cacao, no sólo para la exportación sino tambien para darle valor agregado a la producción.
Así, se trabaja para articular la producción con la inversión privada y establecer una planta procesadora en Tarma o Huancayo, a fin de vincular las economías de la selva con las de la sierra.
Las comunidades del distrito de Pangoa, perteneciente al Valle de los ríos Apurimac y Ene, VRAE, en la región Junín, fueron duramente afectadas con la violencia política en las décadas de los 80 y 90. Sus tierras fueron arrasadas y los nativos utilizados como carne de cañón tanto por sendero luminoso como por el MRTA.
El área comprendida entre los ríos Perené y la margen izquierda del Ene, era el centro de operaciones de la columna “Juan Santos Atahualpa” del MRTA, mientras que al frente, en el lado derecho del Ene, incursionaban las huestes de Sendero Luminoso, y luego sus socios del narcotráfico.
Crecen las ventajas del cacao frente a la coca
Una primera ventaja es el precio creciente del cacao. Actualmente, el kilo de hoja de coca seca cuesta 2.55 dólares, con todos los problemas de ilegalidad, inseguridad y violencia que significa su cultivo para el campesino.
Frente a ello, el kilo de cacao en chacra es 2.40 dólares, sin ningún tipo de problemas policiales y judiciales y el precio sube hasta 3 dólares para el cacao de exportación.
Además, la planta de cacao produce en forma permanente durante 30 años consecutivos, mientras que su manejo agrícola es sencillo y se cosecha cada quince días.
Actualmente, el área cacaotera asciende a unas 74 mil hectáreas, de las cuales 50 mil se encuentran en plena producción y 24 mil en crecimiento.
De ellas, unas 14,000 hectáreas producen cacao de alta calidad en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, 6,000 en el Cusco, en la zona de Quillabamba, 4,000 hectáreas en Huánuco, en la cooperativa Naranjillo de Tingo María y unas 3,000 hectáreas en Pangoa, Junín.