Gracias a su decisión de cultivar cacao en lugar de dedicarse a los cultivos ilegales de coca, el agricultor huanuqueño Nicanor Pinedo dio un salto en su calidad de vida y no tiene palabras para agradecer al programa del Desarrollo Alternativo (PDA).
Hoy, a sus 65 años, Pinedo cuenta 14 hectáreas de cultivos alternativos y gracias al cultivo del cacao ha construido su casa de dos pisos en Huánuco, tiene una hija profesional siguiendo una maestría y otra hija siguiendo estudios universitarios. “Lo más importante, tengo tranquilidad para mi familia”, afirma.
En entrevista con Diálogo Ciudadano, el ex cocalero recuerda los momentos difíciles que tuvo que vivir en Irazola en las épocas en que se enfrentaban en un mismo escenario los grupos terroristas Sendero Luminoso y MRTA con los efectivos de las Fuerzas Armadas.
Por su empeño y dedicación, Pinedo es considerado no solo como un exitoso agricultor sino también como promotor de capacitaciones e innovador en las técnicas de injerto. Ello explica el hecho que tenga diez hectáreas de cacao en producción y dos hectáreas en crecimiento.
La historia de vida de Pinedo es uno de los 28 testimonios que se recogen en el libro “crónicas de un cambio: de la coca ilegal al desarrollo”, que fue presentado al público en el marco de los 50 años de presencia de USAID en el Perú.
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