80% de nativos de la etnia candoshi tiene hepatitis B

Un líder indígena de la etnia amazónica candoshi hizo un dramático pedido de ayuda al gobierno ante una epidemia de hepatitis B que amenaza con diezmar la población de 2,500 miembros de su comunidad.

Según la organización no gubernamental WWF, que trabaja en el lugar, el 80% del pueblo candoshi se encuentra infectado con el virus de la Hepatitis B.

Geanina Lucana, representante de la mencionada organización, precisó que de estas 2 mil personas, 78 presentan todos los síntomas crónicos de la infección y no reciben el tratamiento adecuado.

El apu Venancio Cucama Simón se encuentra en Lima desde el último viernes para dar a conocer a las autoridades del Ministerio de Salud la grave situación que enfrenta su pueblo. Cucama esperaba reunirse con el titular de ese sector, Óscar Ugarte, pero aún no lo ha logrado.

«Queremos una respuesta positiva lo antes posible. Solicitamos al Ministerio de Salud, al gobierno regional ir al lugar a diagnosticar», dijo Ukama hablando en su lengua nativa.

candoshis
Epidemia de hepatitis B amenaza con diezmar la población Candoshi

Al respecto, la oficina de prensa del Ministerio de Salud informó que Ugarte ha señalado que el tema es responsabilidad del Gobierno Regional de Loreto.

De acuerdo con Lucana, funcionarios de esa región les han comunicado que no existe presupuesto para tratar el mal que podría acabar con los candoshis.

Sin embargo, Cucama no pierde la esperanza de conseguir ayuda para su pueblo, en particular para los 78 pacientes graves.

Además, solicitará al presidente regional Yván Vásquez declarar en emergencia sanitaria el Datem del Marañón a fin de que se realicen las gestiones necesarias para frenar la hepatitis B en la zona.

Unicef vacunó contra la hepatitis B a los menores de las etnias candoshi y shapra desde el 2002 hasta el 2007. Según Lucana, dichas etnias están desatendidas.

La epidemia de hepatitis B en el Dátem del Marañon fue confirmada en el 2000. Al año siguiente la UNICEF y el ministerio de Salud iniciaron un plan para prevenir la enfermedad, vacunando a los recién nacidos, lo que se cumplió durante cinco años.

En el 2008 la UNICEF se retiró de la zona y los candoshi afirman que el gobierno peruano no cumplió con su compromiso de continuar el trabajo iniciado. Los recortes y las limitaciones de presupuesto han afectado la realización de las vacunaciones por la falta de congeladoras en buen estado para conservar las vacunas. De los 159 indígenas infectados con el virus que se reportó, actualmente solo 79 de ellos sobreviven.

«Desde que el único proyecto que los apoyaba anunció su retiro, el pueblo candoshi se ha organizado porque es consciente de que la Hepatitis B los coloca en serio peligro de extinción», dijo la enfermera Geanina Lucana, quien trabaja en la zona para WWF.

Lucana señaló que en la comunidad ya se presentan síntomas del desarrollo avanzado de la enfermedad como anemias severas y cirrosis hepáticas.

La etnia candoshi se asienta en un ecosistema de humedales conocido como El Abanico del Pastaza, en la provincia de Datem del Marañón, en Loreto. Allí viven gracias a la práctica de la pesca sostenible, el respeto a la naturaleza y a sus costumbres ancestrales.

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