Reporteros de La República constataron, con funcionarios del Ministerio del Ambiente, un nuevo foco de minería ilegal que se extiende sobre la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata. Reservas comunales nativas también sufren grave impacto ambiental por mercurio vertido a ríos y terrenos aledaños.
Dos horas de sobrevuelo a bordo de una avioneta particular por la selva de Madre de Dios bastaron para que funcionarios del Ministerio del Ambiente confirmaran lo que se temía: la minería ilegal avanza incontenible con sus efectos devastadores en zonas protegidas.
Un nuevo e inmenso foco de minería fue detectado en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, un espacio que sirve para proteger la reserva de otras actividades económicas como la minería y la tala de árboles. Este nuevo territorio está siendo tomado por las mafias dedicadas a la extracción de oro.
DESDE EL AIRE
Los funcionarios del Ministerio del Ambiente (Minam), el director general de Ordenamiento Territorial, Adrián Neyra Palomino, y el asesor del ministro Pulgar-Vidal, Ernesto Ráez, inspeccionaron desde el aire, ayer, tres zonas de la región amenazadas directamente por la minería informal e ilegal.
La zona de montaña alrededor del distrito minero Quincemil, Cusco, límite con Madre de Dios, donde se halla un enclave minero que opera a través de compañías extranjeras; pero hay también minería ilegal de reciente actividad.
La segunda zona inspeccionada es la zona de Huepetue, que alberga gran cantidad de mineros informales desde hace varios años.
Una tercera zona que corresponde a las comunidades nativas del Alto Madre de Dios, como la Reserva Comunal Amarakaeri, y las que se ubican en la cabecera del río Malinowski.
En estos tres sectores los funcionarios del Minam comprobaron la aparición de focos de minería, de los cuales el principal es el que se extiende incontenible sobre la reserva de los Amarakaeri.
La República observó también, desde el aire, en Huepetue, zona minera en proceso de formalización, los efectos de la deforestación y afectación de los ríos adyacentes.
En la zona de actividades de minería ilegal que fueron recientemente desactivadas por las autoridades, se notó que grupos de extractores siguen internándose a operar, como en el caso de Lamal, a la altura del km 102 de la Carretera Interoceánica. Lamal, ubicada en el distrito de Laberinto, provincia de Tambo Pata, Madre de Dios, ha sido punto de explotación de los buscadores de oro como Boca Colorada y Delta 1 y 2.
En el sector sur del campamento minero llamado Guacamayo, que corresponde a la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, hay mineros que se han internado para extraer el metal precioso.
RESERVA EN PELIGRO
Según cálculos oficiales, alrededor de 30,000 hectáreas de bosque amazónico han sido deforestadas, de las cuales 5 mil 900 pertenecen a concesiones forestales, y 20 mil 599 corresponden a zonas en donde se da otros usos al suelo, diferentes al forestal.
Solamente en el caso de la Reserva Nacional de Tambopata, desde el 2010, la acción de los mineros pasó de ser un punto imperceptible a la distancia a ser una inmensa huella parda de deforestación y depredación que se sobrepone a áreas donde alguna vez existieron bosques primarios.
Entre noviembre del 2012 y junio de este año, la zona deforestada por la minería aumentó de 100 a 1,583 hectáreas. El radio de acción de los mineros ha llegado a la misma Reserva Nacional de Tambopata, y no sólo a su zona de amortiguamiento.
En 2012, Víctor Zambrano, el entonces presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Tambopata, señalaba que “la minería informal sigue deforestando y sigue creciendo bajo los árboles, en las zonas donde aparentemente aún permanece algo verde. Por ello, creemos que la depredación es mucho mayor”.
Zambrano recordó que esta destrucción se inició en 2008 gracias a una serie de medidas perniciosas del Estado.
(Ver además columna de Élmer Cuba sobre Minería legal, en Economía, pág. 14)
VINCULO ENTRE MINEROS ILEGALES Y NARCOS
Existe un “vínculo innegable” entre los financistas de la minería ilegal y el narcotráfico, pues esa actividad extractiva es usada para el lavado de activos, afirmó el analista en temas de seguridad Rubén Vargas.
Comentó que la minería ilegal y el narcotráfico son las «fuerzas fácticas en Puno y Juliaca», a las que se suma el contrabando; mientras que Madre de Dios es la zona de producción del oro ilegal y la ruta de paso del tráfico de drogas a Brasil y Bolivia.
Consideró positivas las medidas contra la minería ilegal dispuestas y opinó que, en el caso de Madre de Dios, por el devastador accionar de dicha actividad sobre el medio ambiente, las autoridades deben simplemente aplicar la ley.
“No hay nada que negociar con una actividad como la minería ilegal, que arrasa árboles, que genera prostitución, trata de personas, corrupción; las autoridades deben cumplir con su responsabilidad de controlar y sentar el estado de derecho”, declaró Vargas.
EN CIFRAS
1,600 millones de soles mueve al año la comercialización del oro en Madre de Dios.
50 millones de soles podría recibir Madre de Dios por canon si se formaliza la minería.
5 gramos de oro recibe obrero por jornadas de 24 horas.
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