Un terremoto de 7.3 grados en la escala de Richter dejo como saldo 17 muertos y 96 heridos así como 150 damnificados y 250 familias afectadas en la capital del distrito de Pichari, en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), tras la realización del Simulacro Nacional de Sismo y Tsunami.
El simulacro programado hoy para las once de la mañana a nivel nacional se desarrolló con una masiva participación de la población en las instalaciones de las instituciones educativas, militares, policiales así como en la municipalidad del distrito.
En conversación para INFOREGION, Carlos Sánchez, integrante del Cuerpo de Bomberos de Pichari, indicó que tras la realización del simulacro de sismo se pudo evidenciar mejoras en cuanto al nivel de organización y participación ciudadana ante cualquier movimiento telúrico.
“Luego del simulacro se levantó el informe de evaluación de daños y análisis de necesidades (EDAN), que detalla que hubo 17 fallecidos, 96 heridos, 150 damnificados y 250 afectados por el sismo de categoría 7.3 en la escala de Richter”, detalló el funcionario.
Sánchez indicó que pese a existir mejoras en el nivel de organización, aún existen elementos que se deben corregir para disminuir el número de víctimas ante un posible sismo.
“Estamos mejorando, pero aún faltan corregir ciertos aspectos que permitirán estar más atentos ante cualquier fenómeno natural, la idea es evitar posibles víctimas, esa es nuestra tarea”, aseguró.
Pasó desapercibido
Pero si bien en Pichari se notó organización y participación, no ocurrió lo mismo en el resto de distritos del VRAE, en donde la importante actividad pasó desapercibida.
En San Francisco por ejemplo, el día transcurrió con normalidad, en los colegios las clases se desempeñaron sin interrupción ni simulacro, y lo mismo sucedió en las diversas instituciones públicas, pese a que la actividad se difundió con bastante antelación en los diversos medios de comunicación.
Al respecto Ciro Martínez, responsable de la Coordinación Educativa de San Francisco, lamentó la falta de participación y neglñigencia de los directores de las instituciones educativas de su jurisdicción que no cumplieron con la normativa nacional. .
“Es una responsabilidad propia de cada director de su centro educativo, ellos tienen la normativa en cuanto a simulacros de todo el año 2011, es inaudito que desconozcan una disposición emanada por el propio Ministerio de Educación, ello amerita un llamado de atención”, culminó.
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