Argumentando que la presencia de la base militar de Unión Mantaro los expone a inminentes ataques terroristas de Sendero Luminoso, 160 familias de esta zona ubicada en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, solicitaron la reubicación inmediata de esta instalación de las Fuerzas Armadas.
Además los vecinos denunciaron constantes maltratos sicológicos y robos de sus pertenencias que, indicaron, serían perpetrados por integrantes del mencionado destacamento.
Otra de las razones por las que solicitan la reubicación de la base militar consiste en los constantes hostigamientos senderistas contra las Fuerzas Armadas, que vienen afectando emocionalmente a los pobladores, principalmente a los niños.
Del mismo modo, los 160 comuneros de la zona, ubicada a 10 minutos del centro poblado de Canayre, indicaron que debido al estado de emergencia en la zona los militares han prohibido todo tránsito a partir de las ocho de la noche; sin embargo, lejos de dialogar alturadamente con los pobladores, estarían usando la amenaza como medio de presión.
“A partir de las ocho nadie camina o les metemos bala. Esta zona está en emergencia y si queremos los matamos a todos y no pasa nada. Si hay un ataque a la base barremos con todo”, serían algunas de las frases dirigidas a los pobladores, según narró Juan Guillén, ex presidente de los Comités de Autodefensa de la zona.
Guillén explicó que antes de la llegada de la base militar, existía orden y respeto entre los comuneros de Unión Mantaro, pero esto cambió repentinamente, e incluso se producen constantes robos en los domicilios.
“El jueves pasado robaron en mi vivienda y se perdió dinero y ropa que tenía para la venta en mi pequeño negocio. Lo extraño es que todo ello sucedió a escasos ocho metros de la base militar, donde de noche se supone que nadie camina”, explicó.
El poblador recordó que los militares llegaron a la zona el 30 de agosto del año 2008, aduciendo que sólo permanecían por algunos días, mientras construyan su base militar, por lo que tomaron posesión de terrenos comunales e inclusive de la escuela de la zona.
“Ahora ya construyeron su base y pese a ello continúan en medio de la población exponiéndonos en constantes riesgos. No conforme con ello, nos amedrentan y amenazan permanentemente. Solicitamos la reubicación inmediata de la base militar y que cesen los maltratos hacia la población civil”, reclamó
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