Según un informe publicado hoy por el diario La República, los narcotraficantes colombianos están centrando sus ilícitas actividades en la parte peruana del trapecio amazónico al incentivar la siembra ilegal de coca para destinarlos a la elaboración de drogas con la finalidad de cubrir la producción de las áreas que perdieron en su país.
“Debido a la intensa represión del narcotráfico en Colombia, las bandas de ese país se trasladan a la zona fronteriza peruana y pagan excelentes precios por cada arroba de hoja de coca que producen las empobrecidas comunidades de nuestro país, que han encontrado una solución para sus miserias”, señala la información.
En el informe también se da cuenta que los pobladores de Bellavista de Callarú, un centro poblado con más de 3 mil 400 habitantes y con más de 47 años de existencia, han cambiado sus actividades de agricultura y pesca por los cultivos de coca “porque los narcotraficantes pagan mucho dinero”, según la justificación del teniente gobernador Alirio Rufino.
Cuchillococha es otra localidad considerada por la Policía como zona de producción creada y financiada por bandas del narcotráfico colombiano. “En el ambiente policial, hablar de Cuchillococha es sinónimo de miedo y muerte. Lo cierto es que la Policía antidrogas no ingresa a dicha zona porque por inteligencia se conoce que existen delincuentes uniformados al servicio de la mafia”, se señala.
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