El desconocimiento de conceptos macro-económicos, la aplicación de políticas verticales sin opinión de los involucrados y la presión de agentes externos al país que desean que toda la Amazonia sea el jardín de los países industrializados está generando la estatización de la economía de los habitantes de la región de Madre de Dios.
A cerca de dos meses de la promulgación de los decretos legislativos sobre minería, la tasa de desempleo se ha incrementado, los ingresos por actividades económicas vinculadas directamente a la minería han disminuido entre un 80% a 90% y por las indirectas, entre un 40% a 50%. Por otro lado, los comercializadores de oro están especulando con el precio de ese metal y están pagando la mitad de lo que normalmente pagaban. Todo esto está generado el inicio de la recesión en la región, que no se sabe hasta cuándo se prolongará debido a la incertidumbre de la formalización minera.
El país está siendo premiado con grandes presupuestos de cooperación internacional a favor de la lucha contra el cambio climático que solo beneficia a todo el entorno de los organismos no gubernamentales. Mientras tanto, muchos de los que dependían directa o indirectamente de la actividad minera y que apalancaron su actividad con la banca local, bajo esta coyuntura no podrán cancelar sus deudas. Cada día ellos claman a través de los medios locales y se preguntan a qué se dedicarán si en Madre de Dios no hay promoción de la economía local o generación de fuentes de trabajo, y el gobierno regional no tiene obras nuevas.
Es preciso que los gobiernos nacional y regional planteen estrategias eficaces de cómo revertir esta recesión y dinamicen la economía local, a través de mayor inversión en proyecto de infraestructura, y de promoción de actividades que generen ingresos económicos a corto plazo para la gran población que actualmente está sin trabajo.
*Opinión del consultor forestal, ingeniero Wilfredo Ccahuana Aroni
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