El presidente regional de Madre de Dios, Luis Aguirre Pastor reveló que la actividad minera ilegal en el sector conocido como La Pampa, en la zona de amortiguamiento de la reserva nacional Tambopata, se redujo este año a un 30%.
En declaraciones a la Agencia Andina, Aguirre Pastor manifestó que al iniciar su gestión, a comienzos del 2011, había unos quince mil mineros en dicha zona. Con el correr de los meses y por la subida del precio del oro y la falta de control y poco apoyo del gobierno anterior, la cifra de mineros llegó a bordear los treinta mil.
Tras mencionar que al cierre del presente año el balance es positivo, la autoridad regional destacó que hubo una decisión importante del Gobierno actual: limpiar La Pampa de la minería, a través de operaciones de intervención y un trabajo conjunto con el gobierno regional.
“Ahora corresponde no bajar la guardia. Lo que hay que hacer es focalizar el trabajo y terminar con la minería en La Pampa en el 2012, eso sería un gran ejemplo para aquellos que buscan ingresar a zonas prohibidas y contaminan el ambiente”, enfatizó.
Dijo que otro de los problemas es la informalidad en la minería de Madre de Dios, que es consecuencia también de la falta de personal para revisar y tramitar los cerca de 900 estudios de impacto ambiental acumulados en los últimos cinco años.
“Muchos quisieron formalizarse y apostaron presentando la documentación, pero la región no tuvo capacidad técnica de atenderlos. Necesitamos por lo menos diez evaluadores. Ello implica mayor presupuesto”, anotó.
Aguirre refirió, además, que el plan regional de formalización y reconversión de los mineros informales contempla el desarrollo de proyectos productivos alternativos, relacionados, por ejemplo, con el cultivo del cacao, plátano, piscicultura y turismo.
“Un equipo técnico ha identificado un trece proyectos que requieren un total de 50 millones de soles de inversión. Esperamos que el Gobierno nos apoye en ese sentido”, sostuvo.
Insistió en que la solución a la minería informal e ilegal que contamina Madre de Dios pasa no solo por el retiro de la gente que trabaja para ella, sino también con inversión en iniciativas legales que sean igual de rentables o mejores.