Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, o UNEP por sus siglas en inglés), el calentamiento global podría empeorar en la medida que los métodos de la agricultura aceleran la erosión del suelo, que agota la cantidad de carbono que la tierra es capaz de almacenar.
Cabe indicar que el suelo contiene altas cantidades de carbono en forma de materia orgánica que proporciona nutrientes para el crecimiento de las plantas y mejora la fertilidad de la tierra así como los movimientos de agua.
De acuerdo al Libro del Año 2012 del PNUMA, se calcula que un metro de tierra, de la más alta junto al suelo, almacena alrededor de 2,200 millones de toneladas de carbono, que es tres veces el nivel habitual de carbono en la atmósfera. «El carbono del suelo se pierde fácilmente por la dificultad para reconstruirse», apunta el documento.
«Las cantidades almacenadas de carbono en la tierra son altamente vulnerables a la actividad humana. Estas han disminuido significativamente y a veces muy rápido en respuesta a los cambios en la tierra, así como por el uso que se le da a esta, como por ejemplo la deforestación el desarrollo urbanístico como reflejo de una agricultura insostenible y otras prácticas forestales», señala el informe.
Tales actividades pueden romper el equilibrio de la materia orgánica del suelo. Cuando esto sucede, parte del carbón se convierte en dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que es uno de los principales contribuyentes al calentamiento global y su pérdida de suelo.
Preocupación por los humedales
Según el informe del PNUMA, los humedales son de especial preocupación, ya que contienen aproximadamente un tercio del carbono del mundo, lo que los convierte en el almacén de carbono «más efectivo» sobre la Tierra.
Sin embargo, el drenado de los humedales provoca habitualmente unos dos mil millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) al año, es decir el equivalente al 6% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
De este modo, para asegurar el mantenimiento de los almacenes de carbono, que no han sido empobrecidos, el PNUMA sugiere métodos agrícolas tales como la reducción de cultivos y el uso cuidadoso de los animales y el cuidadoso uso del estiércol de los animales o fertilizantes químicos y la rotación de cultivos.
Igualmente, el estudio apuesta por los incentivos financieros para mejorar los usos del suelo como el pago por el almacenamiento de carbono, el control de inundaciones, la mejora de la calidad del agua, y una gestión del clima global que incluya el mercado de los créditos de carbono para que los suelos puedan ayudar a mejorar en la gestión de los recursos de la tierra.