Connotados especialistas y personalidades vinculadas directa o indirectamente a la política antidrogas en el Perú coincidieron en afirmar que una lucha frontal contra el narcotráfico tiene que tener como uno de sus principales componentes la erradicación de los cultivos ilegales de coca.
“Al narcotráfico no se le puede combatir a pañuelazos. El concepto de que hay que trabajar con los cocaleros, organizándolos para que no sirvan a los narcotraficantes es algo que ya lo hemos vivido pero no tenemos resultados de haber avanzado”, afirmó el presidente regional de San Martín, César Villanueva.
Sostuvo que en ese escenario, la mejor alternativa es entrar con el esquema de la erradicación y el desarrollo. “Los narcotraficantes han destruido una sociedad. La erradicación tiene que darse. Es muy romántico decir no vamos a erradicar”, afirmó en diálogo con INFOREGIÓN.
Por su parte, Fernando Villarán, del equipo de investigadores que elaboró el informe sobre el exitoso Modelo San Martín, afirmó que no se puede tener desarrollo alternativo si no hay una política de erradicación paralela.
En ese sentido, sostuvo que con el ex ministro del Interior, Óscar Valdés, como nuevo presidente del Consejo de Ministros, se puede configurar un equilibrio entre las posiciones que estaban a favor o en contra de la erradicación de los cultivos ilegales.
“La polémica de las últimas semanas estaba centrado en cuál es el equilibrio entre desarrollo alternativo y erradicación. Algunos enfatizaban más el desarrollo alternativo y menos la erradicación. Yo creo que con el nuevo primer ministro se puede establecer un equilibrio”, afirmó
Más voces por la erradicación
Por su parte, el economista tingalés Dennis Pereyra aseguró que uno de los grandes aportes del Modelo San Martín hacia el mundo ha sido la política pública de erradicación de plantaciones ilegales. “Desde mi punto de vista es la variable más importante”, afirmó.
Entretanto, el congresista por Loreto Víctor Isla coincidió con el presidente regional de San Martín, César Villanueva en el sentido de que al narcotráfico no se le puede combatir a pañuelazos.
“El proceso de desarrollo alternativo tiene que ir de la mano con la erradicación. Tiene que haber una suma de estos esfuerzos. Por separado, apunta al fracaso”, puntualizó.