El asesinato de la dirigente cocalera de Aucayacu, Deodora Espinoza Vara, perpetrado en mayo de este año, fue ordenado por el alto mando de Sendero Luminoso que opera en el Alto Huallaga, según se pudo conocer tras la confesión realizada por el autor material del crimen, Rubén Valle Rojas de 30 años, detenido ayer por efectivos del Frente Policial Huallaga.
“Yo mate a la señora Deodora Espinoza por encargo de José, miembro del Partido Comunista del Perú, Sendero Luminoso” precisó Valle en la diligencia de reconstrucción de los hechos, en la que participó el fiscal Provincial Mixto de Aucayacu, Ricardo Nicanor Agüero Coral, por encargo de la fiscalía para casos de terrorismo con sede en Tingo María, así como autoridades policiales de la Dirección Contra el Terrorismo del Frente Policial Huallaga, que lo capturaron tras meses de seguimiento.
De acuerdo a fuentes policiales, Valle Rojas, detenido con más de 21 municiones de fusil AKM y varios metros de mecha lenta de dinamita, es militante activo de Sendero Luminoso y pertenece a la columna que lidera el número dos de esa organización en el Alto Huallaga, conocido como “Rubén”.
Tras ser capturado cuando se desplazaba en una mototaxi por el puente Sangapilla en Aucayacu, muy cerca del lugar donde cometió su crimen, Valle Rojas confesó de inmediato ser el autor material del asesinato de la entonces Presidenta de la Asociación de Cocaleros de José Crespo y Castillo, Aucayacu, Deodora Espinoza.
La mató por la espalda
Más aún, en la reconstrucción de los hechos, llevada a cabo en la vivienda de su víctima, relató con todo detalle la forma como ejecutó la orden senderista.
“Bajé de la mototaxi en que había llegado y entré al negocio de la señora Deodora Espinoza. La encontré sentada arreglando sus cosas. La saludé y ella me respondió. Luego le pedí que me venda cigarros. Ella se levantó y cuando estaba de espalda buscándolos, saqué la pistola de mi cintura y le disparé cuatro veces”, relató el asesino.
Pero no estaba sólo. Quien le había ordenado la acción criminal lo esperaba en el vehículo, y al verlo aparecer por la puerta del establecimiento, le exigió volver y rematar a la dirigente cocalera.
“La otra persona que estaba en el motocar me dijo: esa perra todavía esta viva vuelve y mátale. Así que regresé y le disparé todas las balas que tenia en la cacerina del arma”, detalló con voz fría y segura.
Valle Rojas refirió además que ejecutó su crimen, rápido, sin importarle si los familiares o los vecinos de la víctima lo estaban observado y precisó que consumado el hecho, “paré otra motocar, le puse la pistola en la cabeza al chofer y así me fui hasta bajarme mas allá del cementerio”.
Hoy al medio día en medio de un gran despliegue de seguridad, Rubén Valle Rojas, fue conducido a la sede del Frente Policial Huallaga en Tingo María, tras ser interrogado brevemente en la comisaria local, por la Fiscal Antiterrorista y Lesa Humanidad, Eneida Aguilar Solórzano.
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