Los agricultores que protestaron en Sandia y consiguieron paralizar un proyecto de reforestación promovido por Devida son “campesinos cocaineros” porque están vinculados directamente con el narcotráfico, sostuvo el analista político Juan de la Puente.
“Lo que ha ocurrido en Sandia, es un retroceso del Estado ante la primera rebelión de ‘narcos’ en nuestro país. Es la primera revuelta de narcotraficantes que ocurre y eso es muy peligroso como antecedente”, subrayó.
En el programa Diálogo Ambiental de INFOREGIÓN, recordó que en la provincia puneña de Sandia nunca hubo cultivos tradicionales de coca. “Los gremios cocaleros de esa zona ni siquiera son aceptados como miembros de centrales cocaleras, porque los dirigentes de éstas son conscientes de que están vinculados al narcotráfico”, indicó.
Señaló que los cocaleros de Sandia no han ingresado al cultivo de coca por pobreza, sino que se han asociado para ser parte de esta actividad ilegal con el único objetivo de obtener dinero fácil.
“El proceso de Sandia no es igual a la masiva migración de campesinos cocaleros que se fueron al Alto Huallaga en la década del ochenta para huir de la pobreza. En Sandia se cultiva coca para el narcotráfico, los productores tienen muy cerca las pozas de maceración, y hay un vínculo directo con el narcotráfico”, anotó.
El especialista aseveró que si el alcalde de Sandia no tiene en cuenta todos estos elementos, “estamos ante una autoridad débil”. “El Estado peruano se ha mostrado débil ante estos 800 campesinos asociados a la mafia de la coca ilegal que han puesto en riego la gobernabilidad de la zona”, manifestó.
Dijo que ante esta primera rebelión de los ‘narcos’, el Estado debe hacer uso de la fuerza pública con mesura y responsabilidad. Además, advirtió que el alcalde de Sandia ha actuado en complicidad con el delito, ya que “no se puede paralizar proyectos de inversión social que incluyen el suministro de recursos que promueven el cuidado del medio ambiente”.
También señaló que «estamos frente a una asonada» que puede repetirse en otras zonas como Alto Chicama, Putumayo y Pichis Palcazu. “Todo esto sentaría un precedente peligroso, los narcotraficantes han pasado a una segunda fase, que es una etapa de abierta acción violenta”, advirtió.
De la Puente sostuvo que no se puede permitir que mientras Devida promueve la reforestación y la asociatividad de los productores lícitos de la zona, otra parte del Estado (el alcalde de Sandia) combata este trabajo y concilie con los cocaleros vinculados al narcotráfico.
“El Estado no puede dejar desprotegidos a productores lícitos y exitosos como los de Cecovasa, que incluso han ganado premios internacionales en concursos cafetaleros. Se necesita el concurso organizado del Estado, ese no es el camino para alcanzar el desarrollo”, anotó.
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