El presidente del Foro Ecológico, Sandro Chávez, expresó que el gobierno debe resolver el conflicto con las comunidades indígenas que se generó por la Ley Forestal. Afirmó que en el diálogo de hoy no solo debe escuchar, sino también tomar decisiones al respecto antes de que la situación se agrave.
“El gobierno debe ir con voluntad política para buscar una solución al problema porque los indígenas no se detendrán en su decisión de lucha. Además, pronto se unirán contra la Ley forestal movimientos de comunidades campesinas de la sierra y de las organizaciones agrarias”.
Cabe recordar que las comunidades indígenas iniciaron sus protestas hace siete meses porque consideran que existen decretos legislativos que atentan contra sus tierras. Al no obtener ninguna respuesta del gobierno anunciaron que radicalizarán sus protestas en los próximos días. Exigen la derogación de diversos artículos.
“El Decreto Legislativo Nº 1090 perjudica a las comunidades indígenas porque permite el cambio de uso de los territorios, lo que significa que no solo los bosques concesionados se cultivarían, sino además todos las áreas en donde viven estos ciudadanos podrían ser utilizadas ya que son propicias para cultivar palma aceitera”.
Urge diálogo con el gobierno
Hubieron dos intentos fallidos de negociaciones con el gobierno. Por ello, Sandro Chávez en esta oportunidad espera que se priorice el tema y se debata en el pleno del Congreso de la República la Ley Forestal. “Para los pueblos indígenas sus territorios son más que extensiones de terreno lo consideran parte de su cultura”.
Manifestó que los decretos legislativos nunca contaron con la aprobación de los pueblos indígenas. Con ello, el Perú no cumplió con el compromiso firmado con la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que indica que debe realizarse la consulta a los involucrados.
Sandro Chávez aseguró que no existe voluntad política del gobierno por solucionar el problema porque existe presión de lobbies extranjeros para cultivar productos en los territorios en cuestión, que se utilizarían para generar biocombustibles. “El problema no es con la inversión extranjera, sino que no se respeta a los pueblos indígenas”.