El coordinador de la Secretaría Técnica del Proceso de Revisión y Actualización de la Legislación Forestal, Gustavo Suárez de Freitas, aseguró que no se mantendrá el cambio de uso de tierra por interés nacional en los bosques amazónicos en la nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre.
Sin embargo, reconoció que lo único que permitirá determinar el cambio de uso es la capacidad técnica del suelo del bosque. «Aquí no hay gato encerrado, ni nada que sea incorrecto», expresó.
“Todos los territorios conformados por bosques en tierras forestales y de protección no debe pasar a ser de uso agropecuario, sino que deben ser mantenidos como bosques. Sin embargo, hay bosques con aptitud agraria, donde se puede implementar la conversión respetando procedimientos y poniendo salvaguardas”, señaló en el programa Diálogo Ambiental de INFOREGIÓN.
En otro momento, el funcionario indicó que este proceso de cambio de uso será supervisado por el Ministerio de Agricultura. “Además, antes de autorizar el cambio de uso se deberá tomar en cuenta la opinión previa del Ministerio del Ambiente, y recién después la Autoridad Forestal tomará la decisión, evaluando también la zonificación ecológica económica”, agregó.
Competencia multisectorial
Suárez de Freitas afirmó que la gestión forestal no es un asunto que le compete a un solo sector, sino que incluye a varios sectores del Estado, como el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Agricultura y Osinfor.
Dijo que en la nueva ley se propone una autoridad ejecutiva en el manejo de los bosques, que sería el Servicio Nacional Forestal y permanecería en el Ministerio de Agricultura, equivalente al Servicio Nacional de Áreas Naturales (Sernanp) del Ministerio del Ambiente.
“La actividad forestal se mantiene en el sector agricultura, pero lo principal es garantizar la sostenibilidad de los bosques”, expresó.
De otro lado, sostuvo que el proceso de recojo de aportes para la elaboración de la nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que culminó el último 9 de abril, ha sido participativo y abierto.
“Los bosques tienen distintos usuarios, y debemos procurar que todos queden satisfechos, pero se debe tener en cuenta que éste es un producto a medio hacer, aún no está terminado”, anotó.
Manifestó que a la ley le faltan algunos elementos en la promoción, en la investigación y en la mejora del conocimiento. “En la salvaguarda de los bosques sí todo está bien claro, hay mucho espacio para mejorar el texto que estará listo en un par de semanas. Seguramente habrá mejoras, pero no cambios sustantivos en el enfoque”, adelantó.