Para el presidente del Foro Ecológico, Sandro Chávez, la resaca de la errática política del gobierno del año pasado estaría influenciando en su posición frente a los acuerdos del Grupo Nacional de Diálogo con los pueblos amazónicos y al proceso de revisión y elaboración de una nueva Ley Forestal y Fauna Silvestre. “Si no se aclaran ambos puntos, se podría volver a producir un conflicto que muy pocos desean vivir otra vez”, señaló.
A continuación reproducimos el artículo publicado por el biólogo Sandro Chávez en el blog Cuarto Ambiente.
A estas alturas, queda claro que la intención de los representantes del gobierno en la Comisión Especial, las ex ministras Susana Pinilla y Pilar Mazetti, para investigar los sucesos de Bagua, ha sido tratar de exculpar de toda responsabilidad a los miembros del Poder Ejecutivo de ese momento (Yehude Simon, Mercedes Cabanillas, entre otros) e intentar culpar a toda la sociedad de lo sucedido. A este propósito se sumó lamentablemente el sacerdote Dominico Álvarez Lobo (con observaciones) y Manuel Bernales (ex presidente de CONAM) que representaba a la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales – ANGR, y que a pedido de los presidentes amazónicos, le retiraron su confianza y por supuesto su firma del informe oficial de los hechos de Bagua.
Como era de esperar, y siendo consecuentes con la verdad acontecida el 5 de junio, el coordinador de la Comisión, Jesús Manacés, y la hermana Maricarmen Gómez se negaron a firmar el informe final, elaborando una carta y un documento adicional donde explicaban sus discrepancias y propuestas que no habían sido recogidas en el documento suscrito por la “mayoría”.
Insinuar que lo ocurrido en Bagua es el resultado de la manipulación de las demandas indígenas por ciertos “azuzadores” es tratar de esconder las verdaderas responsabilidades que tuvo el gobierno, al no derogar en su momento el DL 1090 y 1064, y peor aún al no considerar las decisiones tomadas por los indígenas que habían resuelto levantar el paro y desbloquear la carretera el día anterior. Por supuesto, aquí no solo hubo como pretende decir el informe de “mayoría” “apresuramiento y falta de tacto” en la promulgación de los decretos legislativos cuestionados por los pueblos amazónicos, sino que fundamentalmente hubo insensibilidad y falta de voluntad política para resolver tempranamente un conflicto que nunca debió durar tanto y menos acabar con la vida de 34 personas.
Pero las ambigüedades del gobierno no quedan aquí, persisten al satanizar a los pueblos indígenas que participaron en Bagua al tratar de presentarlos ante la opinión pública como “bandas paramilitares”, así lo dice el presidente Alan García en una reciente entrevista, evidenciando en el fondo su real posición respecto a los indígenas del país.
El martes pasado, en la reunión del Grupo Nacional de Diálogo con los pueblos amazónicos, el gobierno decidió patear el tablero al final de la reunión cuando AIDESEP y CONAP proponían que el gobierno indemnice también a los diez civiles muertos en Bagua, la derogación de los decretos que aún faltan por ser inconstitucionales y la ampliación de las investigaciones de lo ocurrido en Bagua por organismos internacionales, pedidos que no fueron aceptados por los ministros encabezados por Dante De Córdova, quienes al parecer tenían decidido aprobar el trabajo de todas las mesas de trabajo sin discusión alguna, como si todo lo escrito fuera definitivo y no existiera ningún tipo de observaciones, por ello se levantaron abruptamente y se retiraron dando una mala señal que linda con la intolerancia, perdiéndose una gran oportunidad de avanzar en la reconciliación con los pueblos indígenas que el país reclama.
Continúe leyendo el artículo de Sandro Chávez en: http://cuartoambiente.blogspot.com/2010/01/empezando-el-2010-con-sospechosas.html